Queja
positiva: aquella que logra que algo que
me molestaba o con lo que no estaba de acuerdo se modifique.
Queja
negativa: aquella que ya sea por
intentos fallidos de conseguir el cambio o por imposibilidad de ser modificado
permanece igual. A pesar de esto se
elige continuar con esa actitud, la de queja.
Hay
personas que tienen la actitud de queja negativa, forma parte de su personalidad, es el
quejoso. Palabras, lenguaje gestual y
corporal, su actitud no es constructiva ya que este tipo de personas no tienen
ningún malestar concreto, solo disconformidad que de la mano de expresiones
como “y aca ando, tirando” “y…haciendo lo que se puede” “y…con este Gobierno,
mal, cómo voy a estar”. Pero éste tipo
de personas elijen vivir de ésta manera, no es que les suceden cosas peores que
a uno mismo, solo las significan negativamente.
Ellos son víctimas de sí mismos, de su manera de ser y estar en el mundo. Porque van por la vida con el ceño fruncido
atentos a que la misma les de una mínima oportunidad para desplegar esa actitud
que decidieron adoptar.
Cuando
la queja sirve para revertir situaciones, para transformar positivamente y para
construir bienvenida sea. Cuando por el
contrario es síntoma de la disconformidad pasiva de las personas es mejor
reflexionar sobre seguir adoptando esa actitud.
El quejoso no es buen compañero.
El quejoso eligió hacer una plataforma bien chata, allí construyó un
asiento de cemento que se hizo uno con el asfalto de la calle, se sentó y
empezó a desplegar a diestra y siniestra lamentos, protestas, quejas…
Nosotros
los Argentinos, hoy por hoy estamos teniendo bastantes rasgos del quejoso. Deberíamos tener más cuidado, porque la queja
no es inofensiva, la queja aplasta.
Tendríamos que tratar de ser más optimistas respecto a nosotros mismos,
a los Argentinos. Vivimos en un país con
posibilidades, con gente muy capaz. No
están cansados de escuchar a los Argentinos hablar mal de los Argentinos? Personas que critican sin hacerse
responsables de que todos construimos el país que tenemos. No están aturdidos de tanto bocinazo sin sentido. No les da tristeza cruzarse con más ceños
fruncidos que con sonrisas?
Los
Argentinos deberíamos dejar de escupir al cielo. Somos tierra fértil. Qué estamos esperando para vivir mejor? Para estar más contentos?
Para dejar de quejarnos? Estamos esperando
que al país sea totalmente próspero? De
ser así creo que estamos errando el camino.
Porque en definitiva Argentina es un país bastante ciclotímico y ni todo
tiempo pasado fue mejor ni hay un luminoso horizonte. Tenemos una historia con muchos vaivenes de
todo tipo, político, social y económico.
Tenemos un país con una población extensa, a algunos les va bien cuando
al mismo tiempo otros padecen, se ajustan.
Cuando en una región llueve, se inunda, en otra sale el sol, crecen las
plantas.
Relajemos el ceño, caminemos con una sonrisa,
expresemos palabras agradables, de buen augurio. Ayudemos a que el sol de nuestra bandera
Argentina nos represente.
Y
cuando la queja no construye no la utilicemos cotidianamente, que no sea rasgo
protagonista de nuestro vivir, porque recuerden que no es buena compañera.
cuánta razón!
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