lunes, 26 de agosto de 2013

Revisando frases hechas “Los de afuera son de palo”



Mi propuesta de tratar de revisarnos, modificar conductas y lograr sentirnos bien con nosotros mismos tiene la intención de trascender lo que somos para compartir con el otro. Creo que actualmente hay una mirada un poco egoísta sobre el ser humano.  Se pone el acento sobre la felicidad de cada individuo, sobre quererse, priorizarse, gustarse,  pero en esa búsqueda nos estamos olvidando de que vivimos en sociedad.  Estamos dejando de lado el hecho de que necesitamos del otro.  De que si bien es bueno prescindir del otro para sentirme completo o feliz ya que esas son cuestiones propias no es bueno transformar la independencia en egoísmo.
Cada persona tiene un don, muchas conocen el suyo, otras no, sin embargo todas saben que hay algo que hacen bien, incluso que lo hacen mejor que otras.  En primera instancia es bueno poder ver esto, poder reconocer ese don para de esa manera compartirlo con los demás. 

Respecto a la frase “Los de afuera son de palo” no dejo de pensar en una manera fácil y cómoda de relacionarse, la de no intervenir.  Considero de gran utilidad el aporte de los de afuera, sea cual sea el instrumento, cada uno puede intervenir de maneras tan diversas, se puede aportar utilizando palabras, conocimiento, mano de obra, bienes materiales, compañía.  Hoy está más de moda preservarse que involucrarse.  “No te metas” “Para qué te vas a meter, después vos quedas pegado, deja que se arreglen”.  Y quizás ese es el problema, no ver la diferencia entre:
Meterse:  entrar a los empujones, insistir en imponerse y no poder hacerse a un lado.
Intervenir:  ofrecer un aporte, intentar sumar pero correrse si no es necesitado.
Para mi es bueno intervenir si considero que puedo ser útil, no creo que meterse sea bueno ya que el trasfondo latente es de egoísmo.  Cuando lo que quiero es imponer mi verdad, mi modo, mi método,  lo único claro es que el propio narcisismo le está ganando la batalla a la humildad.  Intervenir es involucrarse con la humildad de tratar de ayudar en pos de lo que el otro necesita, no para recordarme lo significativo que soy para la humanidad.
Los de afuera muchas veces ven las cosas más claras que los de adentro que inmersos en el problema perdieron la capacidad de la objetividad.   Están tomados por sentimientos que lejos de sacarlos de donde no pueden salir los envuelven y empujan para abajo, cuando lo que necesitan es una mano que vos, con tu don, con tu aporte, con lo que mejor haces le podes tender.  Tu mano puede ayudar a sacar a alguien que te necesita, tu mano puede empujar para arriba.

Intervení dando tu mano y no te quedes afuera, a quién le gusta ser de palo? 

4 comentarios:

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