lunes, 12 de agosto de 2013

El error de pensar que no soy yo, sos vos


No diría que es un error recurrente ya que lo considero un tema recurrente el del poder ver claramente lo que hace él, el otro y hasta de alguna manera responsabilizarlo por lo que nos sucede mucho antes de pensar que yo tengo algo que ver en la historia.
También diría que es un tema que abarca desde situaciones simples como relaciones fraternales, de amistad, de pareja o laborales.
El núcleo es siempre el mismo QUÉ HACES  VOS con lo que te pasa a vos. Como mencioné en algún otro artículo somos seres sociales, el otro nos acompaña y muchas veces lo que hace nos duele, enoja,  logra afectarnos emocionalmente.  Hasta ahí está bien, lo que no está sin embargo es permitir que eso siga sucediendo.  Hay que tratar de tener la capacidad de percibir lo que nos sucede cuando una conducta externa no es adecuadamente recibida en nuestra persona.  Cuando logro hacerlo logro quitarle al otro el poder de conducir el timón de mis sentimientos.


Y siempre que otra persona intente conducir ese timón que no le pertenece lo va a hacer mal, o lo hará peor de cómo lo conducirías vos.  El otro nunca toma si yo no le doy.  Pero muchas veces es más cómodo culpar a los demás, porque no se trata de otra cosa que de eso, de quitarnos responsabilidades propias para depositar fuera de nosotros mismos y pensar que hay un culpable de todos mis pesares.  Quizás cuando pienso en que otro provoca puedo relajarme ya que es él quien debe modificar su conducta.  Mirarse, cuando se nos presenta una situación que nos incomoda, que no nos agrada, que de alguna manera nos está haciendo mal significa saber que puedo encontrar algo que necesita ser trabajado, corregido y  modificado.  Cuando eso ocurre no queda otra que poner las manos en la masa y empezar a amasar.  Cuando amasamos nos ensuciamos, hacemos esfuerzo, dedicamos tiempo pero el resultado vale la pena.
Y aunque es más fácil entender qué ocurre que cómo modificarlo ya que  el qué siempre le gana al cómo no deja de ser un buen  comienzo.  Poder racionalizar que si bien el otro hace, soy yo quien dejo hacer.  Saber que nosotros somos los protagonistas de nuestra historia.
Y con todo lo que una historia contiene, somos los que accionamos en ella, somos los responsables de lo que sucede, con quién nos sucede y lo que sentimos con eso.
Hasta eso, hasta lo que sentimos.  Porque los sentimientos se pueden trabajar si necesitamos modificarlos. 
Aunque en una primera instancia uno pueda pensar “lo que siento lo siento” esto no es del todo cierto.  O sí lo es, pero yendo un poco más allá de lo que está a simple vista, los sentimientos, cuando no son agradables, cuando molestan o duelen pueden transformarse mediante el trabajo que hagamos sobre ellos.
Siempre, porque somos protagonistas de nosotros mismos, podemos manejar nuestra vida para vivirla de la mejor manera posible. Esto, tomado a la ligera suena a mensaje alentador de capitán de equipo de la B que va perdiendo 3 a 0.  Profundizando sin embargo, te obliga a agarrar esas riendas que estás soltando, sostenerlas firmemente y CONDUCIR  el caballo de tu vida.
Pienso que no es fácil hacerlo, el trabajo sobre uno mismo es muchas veces postergado por asuntos más urgentes como trabajar, hacer deporte, juntarse con amigos, obligaciones cotidianas etc etc etc
Pero uno puede trabajar con uno mismo incluso reflexionando, y eso puede hacerse en el auto o subte cuando vas a trabajar, hacer deporte, juntarte con tus amigos o realizar todas tus tareas cotidianas

5 comentarios:

  1. Como siempre MUY BUENO Maria

    Si se lo pudiesemos hacerselo leer a la KK le vendría muy bien

    ResponderEliminar
  2. Espectacular! Como siempre

    ResponderEliminar
  3. CUANTA VERDAD, GRACIAS POR HACERNOS PARAR UN POCO LA PELOTA Y VER HACIA DONDE VAMOS Y DE QUE MANERA.

    ResponderEliminar
  4. muy bueno el mensaje!!!
    Gragraz

    ResponderEliminar

Gracias por comentar en SimpleMente, me interesa mucho tu opinión