El gris, una opción en baja

Cómo introducir una tercera posibilidad en un mundo regido por el sistema binario?

Día - noche                                             

Femenino - masculino

Izquierda - derecha

Éxito - fracaso               

Vida - muerte                    

Par - impar

Parece difícil, leyendo sólo alguno de los ejemplos anteriores vemos que es de una manera u otra.  Sin embargo para no cerrarle la cortina a la alternativa siempre tenemos la posibilidad de recurrir a la creatividad.  Crear es inventar algo que no existe,  en este caso la tarea se reduce porque podemos mirar a los costados, ver que nos ofrecen ambas opciones, podemos analizar pros y contras, ver que le falta a uno y otro, tomar de cada uno para luego quedarnos con la combinación.  Crear un nuevo casillero sin rigideces para relacionarnos, para construir vínculos, para SER persona, el casillero del gris.  

Solía pensar que el lugar del medio era para mediocres.  Que en la definición de posiciones estaba la certeza.  Quizás esa sea la diferencia con un presente donde intento amigarme con la incertidumbre y puedo entender a la vida como dinamismo permanente.  Una vida que cambia está más teñida por grises que por colores definidos.

Lo que disfruto del gris es que no es muy demandante, es más permisivo,  me deja entrar y salir de posturas sin tener que darle mucha explicación.  En el transcurrir de la vida tenemos momentos en que avanzamos,   los sucesos nos impulsan sin necesitar  cuestionamientos.  Partimos de un punto y nos dirigimos a otro.  Otras veces el panorama no está del todo definido y es ahí cuando tenemos que aminorar la marcha.  Incluso hay momentos en que el punto hacia donde  íbamos se torna menos claro, no se desvanece pero se torna difuso.   Es en ese preciso momento donde el gris nos recuerda que existe,  pide que podamos elegirlo.  Las personas necesitamos completar las situaciones como si de alguna manera necesitásemos completar nuestra existencia.  Parecería que no podemos sostener lo inconcluso.

Tendríamos que aprender a vivir lo indefinido con menos exigencia.  Si pudiésemos entender los sucesos de la vida como transitorios, quizás la tensión se reduciría porque tendríamos menos necesidad de tener todo resuelto.  Podemos atravesar momentos de insatisfacción, de infelicidad o confusión, desinterés en lo que anteriormente nos motivaba y quizás en el transcurso de ese proceso nos damos cuenta que necesitamos cambiar, pero el problema es que muchas veces vivimos ese proceso con sentimientos de frustración y fracaso.

Cuando podemos identificarnos con el gris comprendemos que lo indefinido tarde o temprano se define, es sólo una cuestión de tiempo.  Tratemos de saber darle tiempo al tiempo y esperar la resolución momentánea en paz.